jueves, 2 de mayo de 2013
Si nos pasamos
por cualquier consulta de un pediatra de la Seguridad Social nos podemos
encontrar en la puerta el siguiente documento.
Es un documento
indispensable para matricular al niño en cualquiera de las etapas de la escolarización
obligatoria, sirve de primera medida para poder solicitar desde el centro el Dictamen
de Escolarización de ser necesario.
Si preguntamos a
un pediatra puede que tenga alguna opinión encontrada respecto a su utilidad o
su validez como es el caso del Dr. Kaplan, médico pediatra en la Comunidad de
Madrid.
"Todos los
años, al comienzo de las clases, nos solicitan certificados de salud.
Creo, que la salud escolar no es lo importante, sino un temor que habría que estudiar en los docentes, en especial de educación física, a deslindar responsabilidades por si algo les pasa a los chicos en el colegio.
Por ello, el certificado de salud, pasa de ser una herramienta de protección, en un documento legal.
Por ello nunca debemos asegurar cosas, ni permitir que nos obliguen o nos induzcan a fórmulas fijas.
Por mi parte, aseguro una salud física, y si el niño tiene alguna patología que no sea infecciosa o invalidante, considero que el pequeño tiene buena salud para las funciones a que está destinado en el aprendizaje.
No ocurre lo mismo con los deportes. Considero que todo niño tiene que realizar y acostumbrarse a la práctica de educación física, siempre y cuando no sea para satisfacer ansiedades de quienes enseñan, o conceptos equivocados del docente.
Toda actividad física debe ser LÚDICA
No podemos aceptar que se utilice en la práctica de actividades físicas, el premio a unos pocos y la frustración de muchos.
Toda forma de enseñar, en donde los mejores dotados naturalmente, o que practican aptitudes que otros no pueden, sean los premiados.
El premio, NO EL VENCEDOR, debe darse a quienes demuestren su esfuerzo en superarse, AUNQUE NO SEAN NI CAMPEONES NI OLÍMPICOS.
Toda competencia debe apuntar a aceptar la diversidad de posibilidades, sin galardones, y tratar de formar una juventud solidaria, amante del deporte, y en donde los valores humanos sean los válidos, y el juego alegre, vivificante, formador de futuros hombres capaces de cambiar el salvajismo competitivo de nuestra época, por una filosofía de grupo, en donde todos, gocen, practiquen, sean solidarios, sepan ayudar al que no puede, sin exclusiones, burlas, amenazas, o calificaciones desvalorizantes. ENSEÑAR.
Pero enseñar a cuidar la salud, el contacto con la naturaleza, la alegría de la amistad sana, o sea, simplemente a enseñar lo lindo de la vida, y de los seres humanos.
Alegría conjunta de sensaciones placenteras, en donde no hay vencedores ni vencidos. Y no es una utopía. Es una forma de vida que debemos pensar, o quizá aprender para luego enseñar.
Por esa causa, yo jamás pongo que acepto lo competitivo.
Pero cuidado, que también me protejo de los docentes perfeccionistas, que esperan mi firma para cargarme los probables juicios legales.
En otra oportunidad comunicaré, de cuanto provecho se puede sacar al hacer un certificado de salud, aunque sea una vez por año, y buscar tantas cosas que nunca nos detenemos en nuestra práctica diaria.
Dr. Mauricio Kaplan
Médico Consultor en Pediatría.
Creo, que la salud escolar no es lo importante, sino un temor que habría que estudiar en los docentes, en especial de educación física, a deslindar responsabilidades por si algo les pasa a los chicos en el colegio.
Por ello, el certificado de salud, pasa de ser una herramienta de protección, en un documento legal.
Por ello nunca debemos asegurar cosas, ni permitir que nos obliguen o nos induzcan a fórmulas fijas.
Por mi parte, aseguro una salud física, y si el niño tiene alguna patología que no sea infecciosa o invalidante, considero que el pequeño tiene buena salud para las funciones a que está destinado en el aprendizaje.
No ocurre lo mismo con los deportes. Considero que todo niño tiene que realizar y acostumbrarse a la práctica de educación física, siempre y cuando no sea para satisfacer ansiedades de quienes enseñan, o conceptos equivocados del docente.
Toda actividad física debe ser LÚDICA
No podemos aceptar que se utilice en la práctica de actividades físicas, el premio a unos pocos y la frustración de muchos.
Toda forma de enseñar, en donde los mejores dotados naturalmente, o que practican aptitudes que otros no pueden, sean los premiados.
El premio, NO EL VENCEDOR, debe darse a quienes demuestren su esfuerzo en superarse, AUNQUE NO SEAN NI CAMPEONES NI OLÍMPICOS.
Toda competencia debe apuntar a aceptar la diversidad de posibilidades, sin galardones, y tratar de formar una juventud solidaria, amante del deporte, y en donde los valores humanos sean los válidos, y el juego alegre, vivificante, formador de futuros hombres capaces de cambiar el salvajismo competitivo de nuestra época, por una filosofía de grupo, en donde todos, gocen, practiquen, sean solidarios, sepan ayudar al que no puede, sin exclusiones, burlas, amenazas, o calificaciones desvalorizantes. ENSEÑAR.
Pero enseñar a cuidar la salud, el contacto con la naturaleza, la alegría de la amistad sana, o sea, simplemente a enseñar lo lindo de la vida, y de los seres humanos.
Alegría conjunta de sensaciones placenteras, en donde no hay vencedores ni vencidos. Y no es una utopía. Es una forma de vida que debemos pensar, o quizá aprender para luego enseñar.
Por esa causa, yo jamás pongo que acepto lo competitivo.
Pero cuidado, que también me protejo de los docentes perfeccionistas, que esperan mi firma para cargarme los probables juicios legales.
En otra oportunidad comunicaré, de cuanto provecho se puede sacar al hacer un certificado de salud, aunque sea una vez por año, y buscar tantas cosas que nunca nos detenemos en nuestra práctica diaria.
Dr. Mauricio Kaplan
Médico Consultor en Pediatría.
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