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- La mirada de Amor
Posted by : Melchor Espinosa
domingo, 21 de abril de 2013
El rey estaba enamorado de Sabrina: una mujer de baja
condición a la que el rey había hecho su última esposa.
Una tarde, mientras el rey estaba de cacería, llegó un
mensajero para avisar que la madre de Sabina estaba enferma. Pese a que existía
la prohibición de usar el carruaje personal del rey (falta que era pagada con
la cabeza), Sabrina subió al carruaje y corrió junto a su madre.
A su regreso, el rey fue informado de la situación.
-¿No es maravillosa?-dijo-Esto es verdaderamente amor
filial. ¡No le importó su vida para cuidar a su madre! ¡Es maravillosa!
Cierto día, mientras Sabrina estaba sentada en el jardín del
palacio comiendo fruta, llegó el rey. La princesa lo saludó y luego le dio un
mordisco al último durazno que quedaba en la canasta.
-¡Parecen ricos!-dijo el rey.
-Lo son- dijo la princesa y alargando la mano le cedió a su
amado el último durazno.
-¡Cuánto me ama!-comentó después el rey-, Renunció a su
propio placer, para darme el último durazno de la canasta. ¿No es fantástica?
Pasaron algunos años y vaya a saber por qué, el amor y la
pasión desaparecieron del corazón del rey.
Sentado con su amigo más confidente, le decía:
-Nunca se portó como una reina… ¿Acaso no desafió mi
investidura usando mi carruaje? Es más, recuerdo que un día me dio a comer una
fruta mordida.
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